Parecía una escena sacada directamente de una película: las cámaras de Telemundo grabando, los teléfonos celulares capturando cada momento, jueces con sus distinguidas togas negras llenando el estrado del jurado y los asientos del público, mientras una multitud abarrotaba los bancos de la Sala Ceremonial de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Condado del Bronx. No cabía un alfiler. La Guardia de Color presentó con orgullo las banderas estadounidense y puertorriqueña, estableciendo un tono de orgullo y herencia. El Juez Administrativo Principal del Estado de Nueva York y miembro de la Asociación de Abogados Latinos del Condado de Queens, Joseph Zayas, pronunció un discurso de apertura que cautivó a la audiencia y preparó el escenario para una serie de discursos sinceros.

Líderes del Condado del Bronx, familiares y amigos se reunieron para celebrar este día especial para Angel Cruz, mientras juraba como Juez de la Corte Civil. El punto culminante del evento fue su juramento al cargo, tomado por su amada esposa, la Jueza de la Corte Suprema del Estado de Nueva York y miembro del Consejo Asesor de la Asociación de Abogados Latinos del Condado de Queens, Lumarie Maldonado-Cruz.

La ceremonia fue más que un hito profesional: fue un testimonio de una increíble historia de amor compartida por Cruz y Maldonado-Cruz. Su viaje, que comenzó con sueños y aspiraciones compartidos, alcanzó un nuevo punto álgido cuando ambos sirven ahora con orgullo como jueces. Junto a ellos estaban sus tres hermosos hijos, cada uno pronunciando discursos sinceros, añadiendo un toque personal y emotivo al momento.

Presenciar a Lumarie Maldonado-Cruz tomar juramento a su esposo fue un momento profundamente conmovedor e inolvidable: un capítulo de cuento de hadas en su viaje compartido de amor, familia y compromiso con la ley. Simbolizó no solo la culminación de años de arduo trabajo y sueños compartidos, sino también la promesa de un futuro brillante por delante. Sin embargo, este está lejos de ser el capítulo final. Con su notable talento, pasión e inquebrantable dedicación a la justicia, no hay duda de que Angel Cruz y Lumarie Maldonado-Cruz continuarán inspirando y dejando un legado duradero, tanto individualmente como un equipo poderoso.